PODRÁN CORTAR TODAS LAS FLORES, PERO NO PODRÁN DETENER LA PRIMAVERA

....Decía Pablo Neruda y nos lo recodaba hace un tiempo un amigo muy querido que estaba pasando momentos difíciles y que, como suele ser habitual, era él el que trataba de darnos ánimos a los demás. Hoy volví al lugar donde nací, la casa familiar, rodeada de todo tipo de vegetación.... allí pude apreciar al igual que todos las y los que tenemos la suerte de vivir en un entorno rodeados de naturaleza, la frondosidad de nuestros árboles, el verde lleno de vida que lo inunda todo, las flores que brotan hasta en los lugares que nos pueden parecer más insólitos. Inmediatamente vino a mi mente Neruda, porque así es: la primavera, a pesar del largo, frío, oscuro y triste invierno, que la antecede, llega y nos ver de otra forma los mismos sitios: donde antes había seca desnudez, ahora hay un hermoso manto verde. Donde antes había desolación, ahora hay alegría y VIDA. Y esto me hizo pensar en el largo, frío, oscuro, triste invierno que estamos viviendo. Un rudo invierno llamado CRISIS que desde hace cinco años nos golpea con rigor, sin tregua, sin ningún día con sol que nos caliente el alma y nos haga albergar esperanzas, con vientos huracanados que nos zarandean a su merced sin que encontremos cobijo, con heladas que nos hacen tiritar sin tener un fuego que alivie el frio. Cada día parece más corto y dificil que el anterior. El otoño queda tan atrás que ya no recordamos su tibieza y cada día nuestras fuerzas para soportar este terrible invierno sin fin son más escasas. Pero vuelvo la vista a la belleza de esta primavera que recién comenzó. Vuelvo a pensar en mi amigo y en Neruda y se que tienen razón: que al igual que el invierno metereológico que este año fué también especialmente duro no pudo detener la primavera, el invierno de la crisis no podrá detener que la primavera de la justicia, del trabajo decente, de la paz, de la solidaridad, de la dignidad, llegará y con ella un mundo en el que todos tengamos acceso a las buenas cosas de la vida sin que el pais, la sociedad, la familia o la etnia en la que nos haya tocado nacer nos lo impidan. Por eso me levanto cada día, y codo con codo con tantos hermanos y hermanas que hacen de esta lucha su razón de vivir, aprendemos de los que nos precedieron, de las y los que lucharon todos los días de su vida para que la primavera vuelva con mas fuerza para todos. Sepan los que quieren impedirlo, los que cortan TODAS las flores que, finalmente, NO PODRÁN DETENER LA PRIMAVERA