4/10/2011

LOS HOMBRES NO SON MIS ENEMIGOS

No sé si esta forma de empezar puede parecer una obviedad o una boutade...pero hay veces en las que tengo la sensación de que así los consideramos cuando hablamos de las desigualdades que todavía hoy sufrimos las mujeres, y ya no digamos cuando se hace un repaso por la historia remota y próxima de la humanidad o cuando nos asomamos a realidades de paises en los que haber nacido mujer es un horror, es el mayor castigo.

Y quiero desmarcarme de este discurso porque no considero justo que caiga sobre ellos todo el peso de la culpa de un sistema patriarcal que si bien es cierto que a las mujeres nos mantuvo en una situación de subordinación a cualquier tipo de poder político, religioso, costumbres sociales...también es cierto que los hombres fueron y siguen siendo víctimas de ese mismo sistema. Ellos, que ocupaban todo el espacio público, que detectaban todo el poder económico y que podían decidir sobre sus mujeres e hijos sin cortapisas estaban siendo privados de lo que es la esencia de la vida: poder vivir, sentir y mostrar sin temor a ser tachados de débiles y "poco hombres" sus afectos y sus emociones..."no seas nenaza, los hombres no lloran". "Calzonazos, que cambiar al niño es cosa de mujeres", nos suenan a todos y todas verdad?. Y la losa del convencionalismo derivado del reparto de roles pesaba incluso a la hora de elegir su futuro profesional, que no podía tener dudas sobre la virilidad de la profesión ejercida.

Quiero a los hombres como compañeros en todas las facetas. En nuestras diferencias, que no suponen ni mayores ni menores capacidades, está la complementariedad que nos enriquece la vida y mejora la sociedad, haciéndola más igual, más eficiente y mucho más justa. Se que muchos hombres están convencidos de esto y decididos a trabajar conjuntamente con las mujeres para que ningún 50% de la humanidad sea dominante ni dominado, poderoso o excluido. Mujeres y hombres sabemos que nunca puede lograrse lo mejor cuando una de las mitades que conformamos la humanidad queda fuera en cualquier ámbito, privado o público, de la vida. Por eso les considero mis aliados, mis amigos, mis hermanos, mis compañeros y nunca mis enemigos. Por eso traigo aquí este poema de Gioconda Belli que refleja lo que siento


"Amo a los hombres
y les canto.


Amo a los jóvenes
desafiantes jinetes del aire,
pobladores de pasillos en las Universidades,
rebeldes, inconformes, planeadores de mundos diferentes.
Amo a los obreros,
esos sudorosos gigantes morenos
que salen de madrugada a construir ciudades.
Amo a los carpinteros
que reconocen a la madera como a su mujer
y saben hacerla a su modo.
Amo a los campesinos
que no tienen más tractor que su brazo
que rompen el vientre de la tierra y la poseen.
Amo, compasiva y tristemente, a los complicados
hombres de negocios
que han convertido su hombría en una sanguinaria
máquina de sumar
y han dejado los pensamientos más profundos, los
sentimientos más nobles
por cálculos y métodos de explotación.


Amo a los poetas -bellos ángeles lanzallamas-
que inventan nuevos mundos desde la palabra
y que dan a la risa y al vino su justa y proverbial importancia.
que conocen la trascendencia de una conversación
tranquila bajo los árboles,
a esos poetas vitales que sufren las lágrimas y van
y dejan todo y mueren
para que nazcan hombres con la frente alta.
Amo a los pintores -hombres colores-
que guardan su hermosura para nuestros ojos
y a los que pintan el horror y el hambre
para que no se nos olvide.
Amo a los solitarios pensadores
los que existen más allá del amor y de la comprensión sencilla
los que se hunden en titánicas averiguaciones
y se atormentan día y noche ante lo absurdo de las respuestas.


A todos amo con un amor de mujer, de madre, de hermana,
con un amor que es más grande que yo toda,
que me supera y me envuelve como un océano
donde todo el misterio se resuelve en espuma…"



Algo está muy claro

4/03/2011

SI, ME INDIGNO. PERO, HACE FALTA ALGO MÁS...

Creo que es imposible encontrar en estos días a alguien que, si no leyó el libro de Hessel, no haya oido o leido algo sobre él. A unas edades y después de haber pasado por situaciones extremas, tanto Hessel como José Luis Sampedro con su mgnífico prólogo nos dan una lección de como encarar la vida con coraje e inconformismo. Hessel nos demuestra que, la base de la Resistencia está en la Indignación ante situaciones injustas y por ello intolerables.
Y este es el momento en el que la INDIGNACIÓN debe servirnos para actuar: no podemos esperar más, esto ya está durando demasiado: hacia donde vamos si seguimos aguantando, agachando la cabeza ante los Mercados, las agencias de rating, los bancos que siguen ganando dinero, los gobiernos cómplices o ineptos?...
Es el momento de hacer uso de nuestra libertad y de nuestro deber como ciudadanos y ciudadanas para decir BASTA YA!. No traten de amedentrarnos, no nos sojuzguen más con esta nueva forma de esclavitud que pretenden imponernos.
Estamos indignados y por eso no toleraremos más que nos impongan sus condiciones: aquellas que les benefician a ustedes y a nosotros nos empobrecen y nos dejan sin perspectivas de futuro
Estamos indignados y por eso uniremos nuestras fuerzas para hacerles frente a ustedes y para sentar las bases de un nuevo modelo en el que las y los trabajadores seamos parte activa, protagonistas de nuestro destino.
Estamos indignados y por ello no consentiremos que creen una crisis cuando les convenga
Sepan que esto no va a pasar NUNCA MAS